Después de una serie de errores, la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht , ha comunicado al canciller Scholz su decisión de dimitir, que se hará efectiva en cuanto esté lista su sustitución, según ha filtrado la prensa alemana. En círculos de la Cancillería se menciona a la comisionada militar Eva Högl como posible sucesora. Suenan también los nombres de Siemtje Möller, secretaria de Estado de Defensa, o los de socialdemócratas en otros altos cargos como Hubertus Heil, ministro de Trabajo, o Lars Klingbein, presidente del partido. Será la primera crisis deGobierno de la «coalición semáforo» y se produce tras meses de enormes tensiones desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Sus confusas declaraciones sobre el apoyo militar a Ucrania y su desconocimiento de los rudimentos militares disgustaban a los altos mandos del ejército. En su primera entrevista después de asumir el cargo, en diciembre de 2021, lo que la convertía en responsable del ejército alemán, admitió que no conocía las filas de la Bundeswehr. Cinco meses después, confesó que según sin distinguir los grados militares. Fueron muy polémicas sus vacaciones de Pascua en Sylt , en un contexto de guerra en suelo europeo, y cuando el canciller Scholz proclamó el «cambio de era» y anunció un presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros para rearmar el ejército alemán, Lambrecht continuó hablando de «política de desarme». Precisamente este inesperado presupuesto ha despertado enormes ambiciones sobre un cargo que nadie deseaba cuando fue nombrada ministra y que ha cobrado gran relevancia desde el 24 de febrero. Y Lambrecht, claramente, no ha estado a la altura ni de la situación ni de sus adversarios. Tras unas maniobras de diciembre quedó en evidencia que los tanques Puma fallaban sistemáticamente y no eran aptos para la fuerza de reacción rápida de la OTAN, de la que debían formar parte. Noticia Relacionada estandar Si Fuertes presiones a Berlín para que envíe los tanques Leopard a Ucrania Rosalía Sánchez Los tanques Leopard 2, por ser de fabricación alemana, requieren el visto bueno de Berlín para ser entregados a terceros, según una cláusula Lambrecht culpó a la industria y al ejército y lo último que ha hecho como ministra ha sido reunir a las empresas y a los altos mandos y exigirles que «hagan los deberes. Durante meses se negó a reconocer que ella misma había tomado una foto de su hijo en el helicóptero del ejército que le servía como transporte oficial, hasta que un tribunal la obligó a hacerlo. Prohibió viajar a los periodistas críticos en sus desplazamientos para visitar a las tropas en el extranjero y ha protagonizado entradas vergonzosas en las redes sociales.